¿ Puede ser que después de tanto tiempo me visite tu dulce fragancia como un nostálgico recuerdo?
Así es... Como un recuerdo vivo que viene cuando se le antoja, pero que me endulza la vida y me hace verte aunque no estes.
Eres parte de mi niñez... Crecí en tu casa, junto a ti.
Tú gran patio era mi territorio y hay me convertí desde piratas en busca de tesoros hasta lo que se me ocurría.
Muchas veces pensabas que no estaba y andaba escondida jugando a mis aventuras, tenía tantos escondrijos...!!! El pasillo de las escaleras de la azotea era mi guarrida y como no recordarte de esta dulce manera...???
La pared del pasillo de la escalera de la azotea la envolvía completamente una enredadera de las que nacían unas flores violetas que desde su interior surgia como una luz blanca que invitaba tranquilidad y armonía.
Tu casa era como un Castillo, para mi tan inmenso que a veces me daba miedo, quizás porque cuando vivias con nosotros en la casa de al lado la tuya quedó cerrada y una casa cerrada pierde vida.
Recuerdo el reloj de cuco, bueno no era de cuco era de eso que tiene una bola abajo que cuando sonaba me daba escalofríos y a ti sentada en uno de los dos sillones que había en el salón mirando al frente como mirando al grande cuadro que había de frente con la mirada perdida, hay veces que así te sueño.
Nos dejastes muy temprano yo aún era una adolescente que no entendía muchas cosas, se que desde arriba estás conmigo y sin conocer a tu bisnieto tiene un pedacito de ti, cada vez que miro a mi pitufo su beruguita cerca de la boca inconscientemente veo tu imagen y sonrió.
inicio
domingo, 1 de febrero de 2015
Juana
Hacia ti...
Voy a conocer una vida nueva y a la vez se me antoja tan cercana...
Voy a descubrir nuevos sentimientos, emociones transmitidas en la lejanía, voy a compartir momentos ya compartidos con la distancia...
Tan amiga y enemiga.
Voy a desnudar dos almas, la tuya y la mía ya desprovistas de todo por este tiempo nuestro, voy a hablarte al oído y a escuchar tus caricias deseadas y temidas... Voy a sonreír a las mañanas que me despertaran a tu lado, voy a cerrarle los ojos a la noche en un gemido que me acerqué a tu cuerpo, voy a querer al tiempo que me mantendrá a tu lado, Voy a contemplar al silencio que nos dejará dormidos, Voy a nadar en tus sueños para que no me alcance tu olvido, grabare con mi aliento cada rincón de tu espacio para que en el me sientas cuando la soledad te invada y recogere esos días en mi pecho para acumularlos cuando me cubran las sombras del abandono y me traigan las dudas.